He vuelto y tengo cosas que contaros 1/2

Capítulo 1. Empezar de cero y otras formas de tortura

Mentiría si te contara que mi vida era perfecta y maravillosa hasta que perdí mi trabajo.

Lo cierto es que pasé el primer año en esa empresa con un contrato de 16 horas y un sueldo insostenible, y los otros dos ya a media jornada pero igualmente cobrando lo justo para sobrevivir.

La casa en la que vivía tenía un calentador de gas butano, sin chimenea, no estanco y que cada vez que lo encendíamos amenazaba con explotar. Y una casera a juego que pasaba olímpicamente de nuestro culo.

El tiempo en Asturias tampoco acompañaba, ya que cada vez teníamos menos días buenos de verano y podía pasarse semanas nublado…

Había que tomar una decisión muy difícil. O me quedaba como estaba y buscaba otro trabajo precario, o volvía a casa de mi madre y le daba una oportunidad a mi proyecto. Así que después de muchísimo pensar y de hacer listas de pros y contras, mi pareja y yo decidimos mudarnos a Sevilla.

Y no es que la situación haya mejorado mucho, de echo en algunos aspectos ha empeorado. Peeeero al fin he podido dedicarle tiempo a lo que quiero hacer, ser ilustradora, y jamás pensé (de verdad) que pudiera alcanzar el nivel de dibujo que tengo ahora, y mucho menos en tan poco tiempo.

Así que en general creo que tomamos una buena decisión, y que con un poco de suerte, poco a poco, volveremos a salir a flote, pero esta vez un poco más cerca del objetivo.